sábado, 13 de febrero de 2010

Lección 8: El fruto del Espíritu es Fe / Para el 20 de febrero de 2010


Sábado 13 de febrero.

Lee Para el Estudio de esta Semana: Mateo 25:1-13; Lucas 16:10; 1 Tesalonicenses 5:23, 24; 2 Timoteo 3:1-5; Hebreos 11.

Para Memorizar: “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos” (Gál. 6:9).

El fruto del Espíritu conocido como “fe” podría también ser llamado “fidelidad”. Habla de perseverancia, una firmeza de propósito, especialmente cuando se hace difícil avanzar.

La fidelidad implica adherencia firme. Los sinónimos incluyen lealtad, que implica lealtad invariable; constancia, que sugiere libertad de la incertidumbre; firmeza, que implica una lealtad tan fuerte a los principios o propósitos que no puede ser desviada; y determinación, que enfatiza una decisión invariable.

“Fe” y “fidelidad”, aunque están estrechamente ligadas, no son lo mismo. La fe es ese poder indefinible, un don de Dios, por medio del cual podemos creer en una realidad que todavía permanece invisible. “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (Heb. 11:1). La fidelidad, en contraste, es el resultado de este sistema de creencias interior. Cuando tenemos fe en Dios, actuamos de modo fiel. Los actos de fidelidad son una demostración de nuestra fe, y tales actos son los hilos que mantienen unido nuestro sistema de creencias y de conducta.


Dios es fiel.
Domingo 14 de febrero

“Oh Jehová, Dios de los ejércitos, ¿quién como tú? Poderoso eres, Jehová, y tu fidelidad te rodea” (Sal. 89:8).

Como con todo fruto del Espíritu, Dios mismo es el modelo que debemos estudiar cuando buscamos ejemplos de fidelidad. Dios es tan fiel ahora como lo fue tres billones de años antes de crear la Tierra. Él será tan fiel dentro de tres billones de años como lo fue cuando estableció los decretos en la eternidad pasada. Nada lo detendrá o alterará su plan.

Nota algunos de los atributos de la fidelidad de Dios:

* La fidelidad de Dios alcanza muy lejos: “Tu fidelidad alcanza hasta las nubes” (Sal. 36:5).
* La fidelidad de Dios es segura: “Con todo, jamás le negaré mi amor, ni mi fidelidad le faltará” (Sal. 89:33, NVI).
* La fidelidad de Dios es grande: “Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad” (Lam. 3:23).
* La fidelidad de Dios está afirmada en los cielos: “Declararé que tu amor permanece firme para siempre, que has afirmado en el cielo tu fidelidad” (Sal. 89:2, NVI).

Identifica las bendiciones que nos llegan como resultado de la fidelidad de Dios: 1 Cor. 10:13; 1 Tes. 5:23, 24; 2 Tes. 3:3; Heb. 10:23.

¿Por qué la fidelidad de Dios es tan importante para la vida cristiana? Recuerda una ocasión en tu vida cuando el saber que Dios es fiel te ayudó a superar una crisis. En la vida diaria, ¿cuál de las bendiciones de la fidelidad de Dios enumeradas arriba es la que más te ayuda?


Falta de fe: una señal del fin.
Lunes 15 de febrero

Lee Lucas 18:8. ¿Qué implica aquí la pregunta de Jesús?

El apóstol Pablo escribe que “los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados” (2 Tim. 3:13). La gente hoy es como era cuando Moisés escribió el Pentateuco o Pablo sus epístolas. Sin embargo, alguno podría alegar que nuestra sociedad hoy hace que sea más fácil pecar, que casi lo estimula. En otras palabras, nuestro ambiente se vuelve cada vez más receptivo hacia el pecado, y nuestras naturalezas humanas caídas se aprovecharán de ello. Se promueve continuamente el egocentrismo. La publicidad insiste en que nos gratifiquemos: ¿por qué esperar, por qué negarnos a nosotros mismos, por qué sacrificarnos, por qué no seguir a todos los demás? Constantemente oímos: “Complácete, tú lo mereces”, o cosas similares.

Lee 2 Timoteo 3:1 al 5. ¿Cuál es la primera característica que se encuentra en este pasaje? ¿Cómo la encontramos manifestada tan abiertamente hoy?

Mientras que esta generación no es la primera en ser egoísta, es única en el hecho de que el egoísmo realmente se recomienda. “Procura ser el primero”, “Ámate a ti mismo primero” es lo que se proclama. El egocentrismo ha generado otro fenómeno: la irresponsabilidad. Esta generación podría bien ser aquella de la que se ha escrito: “Hay generación que maldice a su padre y a su madre no bendice. Hay generación limpia en su propia opinión, si bien no se ha limpiado de su inmundicia” (Prov. 30:11, 12). Parecería que ahora por todo lo malo de todos se culpa siempre a otra persona, la mayor parte de las veces, a los padres.

¿De qué manera los medios masivos de comunicación han contribuido a la infidelidad aun entre los miembros de la iglesia? Sé honesto contigo: ¿cómo han afectado tu pensamiento? Trata de distanciarte y pregúntate: ¿de qué modo lo que leo, miro y escucho podría estar afectando en forma negativa mi propia fidelidad a Dios?


Modelos de fe (Hebreos 11).
Martes 16 de febrero

Lee Hebreos 11, la lista de personajes que se presentan como ejemplos de fe. Elige tres de ellos y escribe cómo se manifestó su fidelidad, aun en medio de luchas, pruebas y tentaciones. Es decir, ¿qué hicieron para revelar su fe? Al mismo tiempo, ¿cuáles fueron sus luchas, sus pruebas y sus tentaciones? Más aún, aunque las variables sean diferentes, ¿de qué modo, para nosotros, los principios involucrados son los mismos que para los personajes de Hebreos?

Piensa en cuán fácil pudo haber sido para algunas de estas personas haberse desanimado. Piensa en José en el calabozo, o en Sara esperando, esperando y esperando al hijo prometido, o en Moisés, tentado con las riquezas de un reino o “maltratado con el pueblo de Dios” (vers. 25). A veces tendemos a considerar a estas personas como si fueran más grandes que en realidad, una especie de superhumanos y, no obstante, fueron tan reales como nosotros, tan propensos al pecado, tan propensos a dudar, a temer y a caer. A pesar de sus propias debilidades y equivocaciones, sin embargo, fueron fieles, dieron muestras de la fe que profesaban, y fueron capaces de ser usados por Dios para hacer cosas notables.

¿Cuáles son las cosas que te desafían en tu deseo de ser fiel? Ponlas en dos categorías: 1) las cosas acerca de las cuales no puedes hacer nada, y 2) las cosas que puedes eliminar de tu vida.


Fidelidad en la vida diaria.
Miércoles 17 de febrero

“El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto” (Luc. 16:10). ¿Cómo has visto que se manifestara este principio en tu propia vida? Después de todo, si no somos fieles en las cosas pequeñas, ¿por qué deberíamos creer que lo seremos en las mayores?

“La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se vendan ni se compren; hombres que sean sinceros y honrados en lo más íntimo de sus almas; hombres que no teman dar al pecado el nombre que le corresponde; hombres cuya conciencia sea tan leal al deber como la brújula al polo; hombres que se mantengan de parte de la justicia aunque se desplomen los cielos” (Ed 57).

Las siguientes palabras son algunos de los componentes de la fidelidad:

Confiabilidad: Esto significa que se puede contar contigo. ¿Cuándo fue la última vez que alguien te falló? ¿Recuerdas cómo te hizo sentir eso? ¿Qué dice acerca de tu carácter si no eres confiable?

Honestidad: La honestidad es veracidad. Significa que no vas a mentir, hacer trampas o robar. La honestidad es una piedra fundamental en la construcción de un carácter sólido, y debería manifestarse cada día de nuestra vida.

Integridad: La integridad es como un código de honor. Si tienes integridad, tienes ciertos valores y creencias por los cuales vives. También significa que respetas los valores y creencias de otros. La integridad es también una de las piedras en la construcción del carácter.

Lealtad: Lealtad es fidelidad. Significa estar junto a alguien aun cuando las circunstancias sean difíciles. Lealtad es una parte importante de la amistad. Pero ¿incluye la lealtad hacer algo malo por un amigo? ¿Tiene límites la lealtad? ¿Cómo podría una persona llevar demasiado lejos una cosa buena, como la lealtad?

Mira estos elementos más de cerca. ¿Cuán bien te va en estas diferentes categorías? ¿En qué podrías mejorar? Pero más importante, ¿qué cambios necesitas hacer a fin de ser más fiel a lo que sabes que es correcto? ¿Cómo puedes hacer los cambios necesarios?


Fiel hasta el fin.
Jueves 18 de febrero

¿Podría suceder que estemos sufriendo otro Gran Chasco? No es que hayamos fijado otra fecha para la venida de Jesús, pero nos podría suceder otra cosa, tan real aunque más sutil: un énfasis disminuido en la segunda venida de Cristo, aunque solo fuera porque esperábamos que esa venida ya hubiese sucedido.

Lee Mateo 25:1 al 13. Nota que todas las vírgenes que estaban esperando al novio se durmieron. Cuando finalmente llegó el novio y despertaron, fue demasiado tarde para cinco de ellas. ¿De qué modo podríamos nosotros, en el siglo XXI, estar en peligro de que nos pase lo mismo?

Lee Mateo 24:44 al 50. Nota cómo el siervo malo cambia su estilo de vida cuando se convence de que su señor no volverá tan pronto como él lo esperaba. ¿Cuál es el mensaje para nosotros, que sentimos que ha habido una demora en la venida de Jesús?

Las cosas no han sucedido tan pronto como las esperábamos, pero nos consolamos con la promesa que hay en Gálatas 6:9: “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos”.

Lo que confronta al pueblo de Dios en el siglo XXI no es “¿Será fiel Dios?” Ya deberíamos saber que él es fiel en todo lo que ha prometido. La pregunta crucial es: “¿Seré yo fiel hasta el fin?”

De muchas maneras, la respuesta a la pregunta acerca del futuro (“¿Seré yo fiel hasta el fin?”) puede encontrarse en el presente. ¿Cuál es la tendencia básica de tu vida espiritual ahora? ¿Te entregas diariamente al Señor, creciendo en la gracia y la fidelidad, o estás aflojando lentamente, poco a poco, acostumbrándote cada vez más al mundo y sus caminos? ¿Qué te dice tu respuesta acerca de ti mismo y de tu andar con el Señor?


Para Estudiar y Meditar.
Viernes 19 de febrero

“Pero como las estrellas en la vasta órbita de su derrotero señalado, los propósitos de Dios no conocen premura ni demora. Por los símbolos de las densas tinieblas y el horno humeante, Dios había anunciado a Abrahán la servidumbre de Israel en Egipto, y había declarado que el tiempo de su estada allí abarcaría cuatrocientos años. ‘Después de esto –dijo Dios–, saldrán con grande riqueza’ (Gén. 15:14). Y contra esta palabra se empeñó en vano todo el poder del orgulloso imperio de los faraones. ‘En el mismo día’ señalado por la promesa divina, ‘todas las huestes de Jehová salieron de la tierra de Egipto’ (Éxo. 12:41). Así también fue determinada en el concilio celestial la hora en que Cristo había de venir; y cuando el gran reloj del tiempo marcó aquella hora, Jesús nació en Belén” (DTG 23, la cursiva fue añadida).

Preguntas Para Dialogar:

1. ¿Cuáles son algunas de las cosas en tu propia cultura que presentan desafíos a los que quieren ser fieles a Jesús? ¿Cómo podemos afrontar esos desafíos? ¿Cómo podemos ayudarnos unos a otros en esta lucha?

2. Medita en las cosas que has leído, mirado o escuchado en las últimas veinticuatro horas. ¿Fueron la clase de cosas que podrían animarte en tu fe, o fueron cosas que obraron en contra de ella? ¿Cuáles son las implicaciones de tu respuesta?

3. Considera el tema de la lealtad. ¿En qué contextos es buena la lealtad? ¿Es siempre buena? ¿Cuándo podría la lealtad a alguien significar ser desleal a Dios?

4. ¿Qué clase de peligro, si lo hay, podría surgir de estar excesivamente obsesionado con la fidelidad? Es decir, ¿en qué formas podría llevársela demasiado lejos?

5. ¿Cuáles son algunas maneras prácticas en que podemos mantener viva en nuestras iglesias y en nuestros hogares la realidad de la segunda venida de Cristo? Es cierto: cuánto más tiempo pasa, más y más fácil es olvidarse de ella, y caer en hábitos y modos de pensar equivocados. ¿Cómo podemos inculcar, especialmente en aquellos que han estado en la iglesia por mucho tiempo, la importancia de mantener la realidad y la promesa de la segunda venida de Cristo apasionadamente ante nosotros?




Guía de Estudio de la Biblia: El Fruto del Espíritu / Edición para Adultos.
Periodo: Trimestre Enero-Marzo de 2010

Autor: Richard O'Fill, es escritor (El Cristiano Victorioso, Un Fruto Divino entre otros libros) y orador del ministerio Revival Sermons, ha trabajado para la iglesia en tres continentes, incluyendo siete años en las oficinas centrales de la Asociación General. Reside actualmente en Orlando, Florida, EE.UU.
Editor: Clifford Goldstein

1 comentario:

  1. La fe es la creencia o la confianza en la verdad o la fiabilidad de una persona, idea o cosa. Es también el conjunto de creencias de una religión o el conjunto de creencias de alguna persona, de una comunidad o de una multitud de personas.

    Las causas por las cuales la personas se convencen de la veracidad de una fe, dependerán de los enunciados filosóficos en los que las personas confían. La palabra «fe» puede referirse a una religión o a la religión en general. Al igual que la "confianza", la fe implica un concepto de eventos o resultados futuros, y se utiliza a la inversa como una creencia no apoyada en una prueba lógica o evidencia material.[1] [2] Según Friedrich Nietzsche “ tener fe significa no querer saber la verdad.”[3]

    La fe es la certeza de lo que se espera la convicción de lo que no se ve. Hebreos 11

    http://es.wikipedia.org/wiki/Fe

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